martes, 26 de enero de 2010

ELECCIÓN DEL TEMA

Desde hace muchos años en nuestro planeta se ha venido presentando sismos, incendios u otros siniestros imprevistos. En tal sentido, la Organización de Naciones Unidas ha fijado ésta como la Década Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN) la prevención de desastres. En los países en desarrollo, se ha incrementado la atención en la evaluación, prevención e impacto de las posibles amenazas físicas con las que convive el hombre, para tratar de aminorar las consecuencias negativas que dichos eventos generarían, tanto en términos de vida y salud, como en el de las economías regionales y locales.

Los desastres constituyen amenazas latentes, para los cuales el hombre debe diseñar planes que permitan aminorar en lo posible, sus efectos devastadores, los impactos de aquellos eventos naturales o inducidos, que puedan causar desastres o emergencias en las comunidades.

En el caso de Venezuela, tales riesgos existen en importante grado, tomando en cuanta su situación Geográfica, en su condición Caribeña, Atlántica y Amazónica, lo cual implica una alta vulnerabilidad de Fenómenos Naturales, Sociológicos y Tecnológicos; donde existe una franja sísmica de aproximadamente 100 Kms. de ancho, que atraviesa las cordilleras andina, central y oriental. Según estudios realizados por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS), las zonas de mayor riesgo sísmico son: Los Andes, Sierra de Perijá, Caracas y la región Nor-Oriental.

Por otra parte en la capital de la República, existen además, desarrollos urbanísticos no planificados, que constituyen zonas de riesgo adicionales a la hora de evaluar los posibles efectos de un evento de emergencia.

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